Con el objetivo de acompañar y mostrar su compromiso con el sector avícola, el gobierno de Entre Ríos adhirió a los festejos por el Día de la Avicultura junto a empresarios del sector.

Con el objetivo de acompañar y mostrar su compromiso con el sector avícola, el gobierno de Entre Ríos adhirió a los festejos por el Día de la Avicultura junto a empresarios del sector.

El ministro de Producción, Carlos Schepens, estuvo acompañado en el acto realizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por el secretario de Producción Primaria, Martín Barbieri, en la cual dialogaron con el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, y el presidente de la Cámara Argentina de Productores Industriales Avícolas (CAPIA), Javier Prida.

“Con todos los actores de la cadena avícola nos une un profundo respeto y un compromiso ineludible a la hora de acompañarlos en todas las circunstancias. En momentos de celebración como estos o cuando aparece alguna dificultad en el horizonte”, manifestó Schepens al referirse a su presencia en el acto.

“Hemos tenido encuentros periódicos, donde fuimos abordando temas muy variados y trascendentes, y algunos de ellos muy complejos, pero siempre teniendo como premisa la de trabajar en una sinergia positiva Estado-iniciativa privada e ir tomando posturas en distintos ejes programáticos”, agregó el ministro.

“Hay un sinnúmero de variables macroeconómicas cuyas consecuencias desvelan a los empresarios, que escapan a la injerencia y atribuciones de una provincia, pero es la decisión del gobernador Gustavo Bordet conseguir el mayor consenso posible para encontrar soluciones y acompañarlos siempre en las gestiones en los ámbitos correspondientes —señaló Schepens—. Con este espíritu participamos, para que nuestra presencia sea la representación y el símbolo de este respaldo a una actividad que es modelo en nuestra provincia”.

Durante el acontecimiento, los funcionarios provinciales también intercambiaron opiniones sobre la realidad del sector con dirigentes y empresarios entrerrianos, como Joaquín De Grazia, Raúl Marsó, Néstor Eggs y Augusto Motta, entre otros, así como con el presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos, Guillermo Muller.

El Día de la Avicultura se estableció el 2 de julio de cada año, en un acto refrendado por el presidente Guido en 1963, a través del Decreto Nº8108, que estableció la importancia de la avicultura en la economía argentina.

En sus principios, la avicultura fue parte de la economía familiar. Pero a comienzos del siglo XX, la avicultura comenzó a proveer ingresos adicionales a grupos familiares. A partir de 1925 se transformó en actividad semi-industrial, adquiriendo carácter intensivo en 1940.

Si nos situamos en 1945, ya había en Argentina una importante población de aves, con un concepto semi industrial, de explotación, con líneas de pedigrí y algunas cruzas con doble propósito, la hembra para producción de huevos y los “gallitos” para consumo. Se los alimentaba con “mezclas” a base de granos y la explotación era a campo o semi libertad.

La comercialización estaba organizada a través de acopios y consignaciones representadas por personas u organizadas en cooperativas. El grueso de los productos acopiados convergía en el Mercado Concentrador de Aves y Huevos de la Capital Federal, donde tenían sus puestos los más importantes mayoristas.

En esta segunda etapa, iniciada a partir de fines de la década del ’50, se modernizó toda la cadena obteniendo importantes beneficios productivos.

Por lo tanto, alrededor de 1960 se sitúa el nacimiento de la avicultura industrial en Argentina, y desde ese tiempo que el sector, tanto en pollos como en huevos, no ha parado de crecer, de equiparse y de mejorar continuamente el aseguramiento de la calidad e inocuidad de sus productos, y es en esta época que se establece el día conmemorativo para la Avicultura Argentina.

 

Actualidad de la Avicultura

La avicultura argentina es hoy una actividad de primer nivel dentro del concierto agropecuario argentino y juega un rol importante dentro del producto bruto pecuario del país. Definida como “la fábrica perfecta” que transforma granos, demanda cantidades importantes de mano de obra (más de 132.000 personas) y pone al servicio del consumidor productos de primera calidad.

En los últimos 10 años la avicultura ha crecido geométricamente en producción y en consumo interno y externo, con exportaciones a más de 30 países.

Este complejo agroindustrial está coronado con un desarrollo y un consumo fuertemente consolidado, superando la barrera de los 240 huevos por habitante por año y alrededor de 41 kilos de carne consumida por persona en el 2016.